Taller de producción de lenguajes 6°1°


TALLER DE PRODUCCIÓN DE LENGUAJES

¡Hola a todos!

Espero que estén atravesando estos días lo mejor posible, cuidándose y siendo solidarios con los otros.
Es bastante complejo para todos este momento y un gran desafío trabajar de forma virtual. Como sé que desde todas las materias se propondrán tareas les sugiero que se organicen con los horarios, para que puedan cumplir con todo lo que requieran los profes.
Por mi parte les dejo la primera actividad para realizar en el taller.

BIOGRAFÍA

Empecemos por definirla. Es un género literario que en gran medida se sitúa en la frontera entre la literatura y la historia. Incluye pasajes descriptivos, citas textuales y todo lo necesario para recrear el espíritu de la persona de la que vamos a hablar. Es un resumen de vida, en la que se relevan sus datos más significativos.
Para poder realizarla la etapa de investigación es fundamental. Por eso, antes de escribir, es necesario recopilar toda la información y datos que contribuyan a conocer profundamente a la persona. Mucho material nos dará una idea de qué queremos contar, dónde vamos a centrar nuestro relato.
               Las biografías “clásicas” suelen ordenar la información en forma cronológica:
·       Fecha de nacimiento y muerte (si ha muerto)
·       Familia (padres, hijos, parejas)
·       Estudios
·       Características de su personalidad
·       Obras importantes
·       Problemas que ha tenido
·       Sueños alcanzados
·       Etc.

También podemos orientarnos con algunas preguntas
·       ¿Qué partes de la vida se quieren destacar con más interés?
·       ¿Qué hace que esta persona sea tan especial o interesante?
·       ¿Con qué adjetivos podría describirlo?
·       ¿Qué acontecimientos marcaron su vida?
·       ¿Cómo influye o influyó en la sociedad, familia o profesión?
·       Hábitos, apariencia, fisonomía, lenguaje

1-   Lean la siguiente biografía. En este caso es un “autorretrato” que hizo el escritor y periodista Rodolfo Walsh.

Yo, Rodolfo/ 1964
            Me llaman Rodolfo Walsh. Cuando chico, ese nombre no terminaba de convencerme: pensaba     que no me serviría, por ejemplo, para ser presidente de la República. Mucho después descubrí que podía pronunciarse como dos yambos aliterados, y eso me gustó. Nací en Choele-Choel, que quiere decir "corazón de palo". Me ha sido reprochado por varias mujeres.
              Mi vocación se despertó tempranamente: a los ocho años decidí ser aviador. Por una de esas confusiones, el que la cumplió fue mi hermano. Supongo que a partir de ahí me quedé sin vocación y tuve muchos oficios. El más espectacular: limpiador de ventanas; el más humillante: lavacopas; el más burgués: comerciante de antiguedades; el más secreto: criptógrafo en Cuba.
            Mi padre era mayordomo de estancia, un transculturado al que los peones mestizos de Río Negro llamaban Huelche. Tuvo tercer grado, pero sabía bolear avestruces y dejar el molde en la cancha de bochas. Su coraje físico sigue pareciéndome casi mitológico. Hablaba con los caballos. Uno lo mató, en 1947, y otro nos los dejó como única herencia. Este se llamaba "Mar Negro", y marcaba dieciséis segundos en los trescientos: mucho caballo para ese campo. Pero esta ya era zona de la desgracia, provincia de Buenos Aires.
            Tengo una hermana monja y dos hijas laicas.
            Mi madre vivió en medio de cosas que no amaba: el campo, la pobreza. En su implacable resistencia resultó más valerosa, y durable, que mi padre. El mayor disgusto que le causo es no haber terminado mi profesorado en letras.
            Mis primeros esfuerzos literarios fueron satíricos, cuartetas alusivas a maestros y celadores de sexto grado. Cuando a los diecisiete años dejé el Nacional y entré en una oficina, la inspiración seguía viva, pero había perfeccionado el método: ahora armaba sigilosos acrósticos.
            La idea más perturbadora de mi adolescencia fue ese chiste idiota de Rilke: Si usted piensa que puede vivir sin escribir, no debe escribir. Mi noviazgo con una muchacha que escribía incomparablemente mejor que yo me redujo a silencio durante cinco años. Mi primer libro fueron tres novelas cortas en el género policial, del que hoy abomino. Lo hice en un mes, sin pensar en la literatura, aunque sí en la diversión y el dinero. Me callé durante cuatro años más, porque no me consideraba a la altura de nadie.
            Operación masacre cambió mi vida. Haciéndola, comprendí que, además de mis perplejidades íntimas, existía un amenazante mundo exterior. Me fui a Cuba, asistí al nacimiento de un orden nuevo, contradictorio, a veces épico, a veces fastidioso. Volví, completé un nuevo silencio de seis años. En 1964 decidí que de todos mis oficios terrestres, el violento oficio de escritor era el que más me convenía. Pero no veo en eso una determinación mística. En realidad, he sido traído y llevado por los tiempos; podría haber sido cualquier cosa, aun ahora hay momentos en que me siento disponible para cualquier aventura, para empezar de nuevo, como tantas veces.
            En la hipótesis de seguir escribiendo, lo que más necesito es una cuota generosa de tiempo. Soy lento, he tardado quince años en pasar del mero nacionalismo a la izquierda; lustros en aprender a armar un cuento, a sentir la respiración de un texto; sé que me falta mucho para poder decir instantáneamente lo que quiero, en su forma óptima; pienso que la literatura es, entre otras cosas, un avance laborioso a través de la propia estupidez.

2-   En pocos días nos acercamos al 24 de marzo “Día de la memoria, por la Verdad y la Justicia”. Es imprescindible recordar esta fecha por lo que significó y significa aún hoy para nuestro país. Rodolfo Walsh fue un valiente protagonista de esos tiempos oscuros. Busquen información sobre el golpe cívico militar de 1976 y la actuación de Walsh. Finalmente escriban con palabras propias un texto reflexivo (20 líneas de extensión) sobre el tema

3-   Realicen su propia autobiografía. La misma deberá tener una extensión mínima de 30 líneas y un título. Recuerden que cuando retomemos las clases las autobiografías serán compartidas con sus compañeros. (Aclaro, porque siempre surgen las mismas inquietudes, que no es mi intención entrometerme en cosas privadas; ustedes deciden qué quieren contar y compartir, pueden ser ideas, sueños, algún lindo momento que recuerden. En definitiva, tienen total libertad para autodefinirse).


4-   Visualicen el video en el siguiente link
https://www.instagram.com/tv/B9p4_VYhq2M/?igshid=1ajftohww11q3
En medio de tanta tragedia y noticias tristes, el humor se constituye en una herramienta muy importante para sobrellevar el desastre. Ya habrán visto cientos de memes sobre el coronavirus.
Les propongo qué, siguiendo la temática “Biografía”, sean super creativos y jueguen un poco. Imaginen que el Coronavirus, como en la entrevista que vieron, puede hablar… y escribir. Redacten entonces una “autobiografía” (uso de la primera persona del singular) donde se presente el virus. Pueden apelar al humor, la seriedad, la emotividad. En cualquier caso deberán buscar información sobre sus inicios, recorrido, impacto. Si se fijan en cómo se hace una biografía, algunas pautas pueden resultarles útiles.
A aquellos que no se sientan cómodos con el tema les sugiero la misma actividad pero con otros protagonistas: el libro, el mate.
(Vale aclarar que de ninguna forma minimizo lo que está sucediendo con esta pandemia. Esta actividad supone relevamiento de datos, compromiso y escritura creativa)

5-   Fecha de entrega del trabajo: último plazo 27 de marzo. Lo envían a mi mail  mlauradelatorre80@gmail.com
Por favor aclaren en asunto nombre, materia y TP: Biografía

En unos días les envío nuevas consignas.

                          Un abrazo y aquedarse en casa!

                                      Laura

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