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Geografía
Docente: Laporta
Paola
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consulta: laportapaola@gmail.com
TP 2 La Argentina en la época neoliberal
Desde las últimas décadas del siglo xx hasta la actualidad, el proceso
de globalización se fue consolidando en forma conjunta con la difusión de las
políticas neoliberales impulsadas por los países desarrollados y por los
principales organismos de crédito internacional, como el Fondo Monetario Internacional
(FMl) o el Banco Mundial (BM). En nuestro país esos años se corresponden con la
última dictadura militar (1976-1983) y con la recuperación democrática que se
inició con las elecciones de octubre de 1983 que llevaron a Raúl Alfonsín a la
presidencia de la Nación.
Los gobiernos democráticos debieron hacer frente a los impactos
negativos de las políticas económicas y sociales de la dictadura sobre las
actividades productivas, las condiciones de vida de las personas y el
posicionamiento internacional del país.
El gobierno militar, a través de su ministro de economía, José Alfredo
Martínez de Hoz, aplicó los lineamientos neoliberales sin ninguna restricción y
promovió la apertura de la economía al mercado internacional mediante la
reducción de los aranceles para la importación de productos y el libre
intercambio financiero.
Al mismo tiempo se modificó el valor de la moneda respecto del dólar,
se eliminaron los controles de precios, se disolvieron las entidades gremiales
y se detuvo el incremento de los salarios. Las políticas aplicadas estuvieron
respaldadas por las principales instituciones financieras internacionales, que
rápidamente otorgaron préstamos al país. También recibieron el apoyo de
grupos empresarios locales entre los que se contaban, por ejemplo, la Sociedad
Rural, la Cámara Argentina de la Construcción, la Cámara Argentina de Comercio
y la Cámara de Sociedades Anónimas. La política monetaria[1] estableció una relación de cambio entre la
moneda de nuestro país y el dólar que abarataba enormemente el costo de
cualquier tipo de producto importado. Las ventas de las industrias nacionales
decayeron porque los consumidores preferían los productos más baratos y las
empresas se debilitaron ante la competencia directa de la importación. Como consecuencia
de este proceso se cerraron empresas y aumentó el número de trabajadores desocupados
y el déficit, es decir, la diferencia negativa entre el valor de los productos
que el país importaba y el de los que exportaba.
Por otra parte, se quitaron las restricciones al ingreso y egreso de
capitales, por lo que las transacciones financieras aumentaron notablemente.
También se liberó el sistema bancario y financiero, lo que generó la aparición
de numerosos bancos y entidades financieras que contaban con escaso respaldo
para sus actividades.
En ese momento el mercado financiero internacional contaba con grandes
cantidades de dinero proveniente de los excedentes del aumento del precio
petróleo. Ese dinero se ofrecía a bajo costo a los países menos desarrollados,
como la Argentina, y ello contribuyó a un constante endeudamiento del país con
los acreedores externos[2]. Los bancos locales solicitaban préstamos en dólares que luego cambiaban a
nuestra moneda para incorporar el dinero en el circuito financiero local. El
dinero invertido localmente generaba grandes ganancias, ya que las tasas de
interés que se pagaban eran muy elevadas. Con esas ganancias se volvía a pedir
créditos con los que se iniciaba otra vez el mismo circuito especulativo.
Concentración económica y deuda externa
Durante la dictadura militar, el poder económico volvió a concentrarse
en unos pocos grupos económicos, sobre todo en aquellos vinculados con los negocios
agropecuarios y con los dueños de extensas tierras productivas y grandes empresas
transnacionales. Todos ellos, cercanos al poder político, se beneficiaron con
la especulación financiera y con la posibilidad de llevar adelante negocios con
el Estado.
En algunos casos se desempeñaron, como proveedores del Estado,
contratistas privados que ejecutaban obras públicas o que desarrollaban
actividades que anteriormente estaban en manos de empresas estatales. Un
ejemplo es la subcontratación de empresas privadas para la realización de
tareas de prospección y explotación de petróleo, o para la provisión de
servicios como la recolección de residuos Ciudad de Buenos Aires.
Un elemento central para el nuevo posicionamiento de estos grupos
económicos fue la especulación financiera y el endeudamiento externo. Gran
parte de la deuda fue contraída en el exterior por empresas privadas. Sin
embargo, en 1982, mediante las acciones implementadas por Domingo Cavallo al
frente del Banco Central, el Estado argentino se hizo cargo de la deuda externa
que correspondía a las empresas privadas. Entre los principales justificativos
que se ofrecieron desde el gobierno se mencionaba que el aumento de las tasas
de interés en el mercado internacional incrementaba las deudas y las volvía
difíciles de abonar, por lo que numerosas empresas podían entrar en situación
de quiebra. Con este argumento la deuda privada pasó a engrosar las
obligaciones contraídas por el Estado, sin considerar que los empresarios
tenían dinero en el exterior como respaldo de los créditos que habían
solicitado. Ese dinero quedó en otros países en manos de los mismos empresarios
privados sin que el Estado pidiera su reintegro, con lo que se facilitó la fuga
de los capitales desde la Argentina.
Las estimaciones realizadas por algunos economistas señalan que la
deuda que se privatizó estaba altamente concentrada en algunos grupos locales
e internacionales; alrededor del 70% de ella correspondía a unos treinta
grupos económicos del país y a unas cien empresas transnacionales.
La suba de los intereses internacionales de principios de la década de
1980, unida a las variaciones en el cambio entre la moneda nacional y el dólar,
generaron una importante debacle del sistema financiero en el país. Así se
sucedieron gran cantidad de quiebras, cierres de entidades financieras y
estafas en las cuales los dueños se fugaron del país con los fondos que estaban
depositados en las financieras locales.
El primer gobierno democrático debió enfrentar la herencia de la deuda,
la desestructuración productiva, la concentración económica y la caída de los
salarios y las condiciones de vida de la población. El gobierno de Raúl
Alfonsín no pudo generar mejoras sustantivas. Los desequilibrios continuaron y
la situación se agravó, como consecuencia de la inflación creciente que
impactaba en la vida de las personas al disminuir el alcance de los salarios
para la compra de los productos de uso cotidiano.
La globalización y el país de los 90
El gobierno democrático que siguió al de Raúl Alfonsín estuvo a cargo de
Carlos Menem. Se propuso reducir los desequilibrios económicos y financieros,
así como recuperar el vínculo con los acreedores externos para poder obtener
nuevos créditos que permitieran iniciar un proceso de crecimiento económico.
Sus políticas buscaron el apoyo de los grupos económicos[3] concentrados locales y también el de los grupos
financieros internacionales.
Internamente, uno de los núcleos centrales de la política económica fue
la disminución de la inflación y la recuperación del poder de compra de los
salarios de los trabajadores. Estas acciones sustentaban la idea de que la
reducción de la inflación y los precios con menores fluctuaciones permitirían
obtener mayor estabilidad para las empresas, con lo cual estas buscarían invertir
nuevamente en la producción e incorporar mayor cantidad de trabajadores. A
partir de ello la riqueza generada por la producción de bienes y servicios
podría aumentar, haciendo crecer la economía en su conjunto y permitiendo
contar con excedentes para hacer frente a las obligaciones internacionales.
El pago de la deuda externa fue otro de los aspectos muy presentes
durante el gobierno menemista.
En los últimos años del siglo xx la economía argentina tuvo algunos
momentos de crecimiento sostenido y otros de contracción de la economía. Aun
con estabilidad de precios y crecimiento económico, los sectores productivos
tuvieron comportamientos diversos. La industria no logró recuperarse y decreció
su aporte en el Producto Bruto Interno (PBl), es decir, en el valor que
adquiere el conjunto de los bienes y servicios producidos en el país.
A pesar de los intentos por reducir los gastos del Estado y hacer
frente a las obligaciones internacionales, la deuda externa continuó en
aumento.
Las privatizaciones
Entre las acciones que el gobierno de Menem llevó adelante para responder
a los pagos de los intereses de la deuda externa se destaca la privatización de
las empresas públicas. A partir de la ley de Reforma del Estado, se comenzó a
concretar el proceso privatizador. Distintas empresas estatales como Gas del
Estado, Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), Obras Sanitarias de la Nación
(OSN), la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL), Ferrocarriles
Argentinos y Aerolíneas Argentinas fueron total o parcialmente vendidas o
entregadas en concesión.
Así, diversos grupos empresarios compuestos por algunas firmas líderes
del país y del mundo se hicieron cargo de la prestación de los servicios. En
muchas áreas del país las empresas estatales constituían una fuente destacada
de demanda laboral; esto sucedió por ejemplo con las áreas petroleras en donde
YPF o Gas del Estado habían incentivado por años la producción y el
crecimiento económico. El proceso privatizador tuvo en esas áreas un efecto
especialmente negativo. En algunos casos la incorporación de innovaciones
tecnológicas en la producción redujo la demanda de trabajadores y con ello las
áreas productivas pasaron a tener altos niveles de desocupación.
Entre 1990 y 1993 la privatización produjo ingreso de dinero a las
reservas del Estado de casi 10.000 millones de dólares, que fueron utilizados
para pagar intereses de la deuda. Al año siguiente ya se habían transferido a
los grupos privados la mayor parte de las empresas públicas nacionales y
provinciales.
Algunas empresas privatizadas,
liquidadas y/o disueltas en el proceso de reforma de los 90:
-Aerolíneas Argentinas S.E.
Privatizada
-Aeropuertos. Concesionados
-Agua y Energía Eléctrica S.E./
Sector Eléctrico. Privatizada.
-Caja de Ahorro Nacional y
Seguro. Privatizada.
-Empresa Nacional de Correos y
Telégrafos (ENCOTEL). Disuelta.
-Empresa Nacional de
Telecomunicaciones (ENTEL). Privatizada.
-Ferrocarriles Belgrano S.A.,
Ferrocarriles Argentinos S.A., Ferrocarriles Metropolitanos S.A. Concesionados.
-Gas del Estado S.E.
Privatizada.
-Obras Sanitarias de la Nación
(O.S.N.). Concesionada.
-Servicios Eléctricos del Gran
Buenos Aires (SEGBA)/ Sector Eléctrico. Privatizado.
-Sociedad Mixta Siderurgia
Argentina (SOMISA). Privatizada.
-Yacimientos Carboníferos
Fiscales (Y.C.F.). Concesionados.
- Yacimientos Petrolíferos
Fiscales S.E. (Y.P.F). Privatizados.
Fuente: Ministerio de Economía y
Producción de la Nación
Fuente: Arzeno, M.; Ataide, S.; Bertoncello, R. y otros (2011).
Geografía. Argentina en la globalización. Santillana. Buenos Aires.
TP 2 La
Argentina en la época neoliberal
1) ¿Qué significa la apertura de la economía al mercado internacional
como política económica implementada por el gobierno militar?
2) A partir de dicha política, ¿por qué disminuyeron las ventas de las
industrias nacionales y qué consecuencias acarreó?
3) ¿Por qué se incrementaron las transacciones financieras y qué
consecuencias trajo este hecho?
4) ¿Qué razones dio el Estado argentino por la decisión de hacerse cargo
de la deuda externa de las empresas privadas? Menciona, además, sus consecuencias.
5) ¿Qué políticas económicas se llevaron a cabo en los ’90 con el
gobierno de Menem?
6) Observa los ejemplos del
proceso de privatización y elige una de las empresas privatizadas, liquidadas
y/o disueltas durante los ’90. Busca información de la misma antes y después de
dicho proceso. Indica la fuente consultada.
[1]Conjunto de acciones de
gobierno que
responden a objetivos vinculados con el dinero circulante, el valor de la moneda, el tipo de
cambio y otros
aspectos relacionados con el sistema financiera.
[2] Personas, empresas o instituciones
de otros países
que tienen derecho a pedir el cumplimiento de alguna obligación.
[3] Un grupo económico se define, en general, como un conjunto
de empresas vinculadas entre sí
que responden a una estrategia común
y, usualmente, actúan en
diferentes actividades económicas.
Esa conformación les
permite concentrar una gran masa de capital e influir en los mercados de los países y en el mercado mundial.
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