Filosofía 6°1°

Importante

Con el fin de facilitar el ingreso al archivo "Preguntas Filosóficas", el profesor pasó el texto a formato word, lo que implicó algunas modificaciones y, por lo mismo, modificaciones al TP. Por este motivo, la entrada anterior fue eliminada.
A continuación se presenta el TP modificado y el texto correspondiente.


PREGUNTAS FILOSÓFICAS (CASOS)

Situación I : Pensando frente al espejo
Marta se está preparando para ir con sus amigas a un baile en el que van a encontrarse con sus compañeros de estudio. Se mira al espejo y se ve linda. Está conforme con su maquillaje y con su ves­tido. Mientras se peina, se queda pensando: "¡Qué extraño! Me veo en el espejo pero no puedo ver mi rostro directamente, con mis propios ojos. Sólo puedo ver mi imagen en el espejo o en alguna fotografía o, tal vez, en algún video.  Pero ¿cómo sé que esa imagen que veo en es­ te momento es la misma que verán mis compañeros? Además, yo me veo linda. Pero quizá los demás me vean ridícula con este vestido. Claudia, por ejemplo, siempre me dice: '¡Qué flaca estás! Pare­ cés una desnutrida ¿Por qué no te ali­ mentás mejor?' Yo no me veo flaca. Pero ella sí me ve flaca. ¿Quién tiene razón? ¿Yo soy lo que creo que soy o soy lo que los demás dicen que soy? ¡Qué lío! ¿Y acaso sé quién soy? Tengo 16 años y creo que no podría definirme, que no podría decir quién soy con certeza. Es que voy cambiando físicamente y también voy cam­ biando mi forma de pensar. No soy la misma de hace 3 años. Y si miro una foto de cuando yo era una beba, no me reconozco. Sin embar­go, tengo un nombre y sé que soy una persona. Pero, ¿qué es ser una persona? ¿Qué es lo que permanece en mí a través de los cambios que experimento?"

Situación 2: Malas noticias
Emilio llega a su casa del colegio. Co­mo todos los días, se dirige a la cocina y se prepara un sándwich. Mientras come, se sien­ta frente al televisor  y  se queda mirando  el noticiero del mediodía. Están pasando un in­forme sobre el hambre en el mundo. Emilio ve imágenes  terribles:  niños raquíticos,  per­sonas  desnutridas  internadas  en  hospitales, mujeres  buscando  en bolsas  de basura  algo para  comer.  Al  principio,  Emilio  mira  sin prestar demasiada atención. Pero en determi­nado momento empieza a sentirse mal. Sien­te repugnancia ante esas imágenes. Y se pre­gunta:  "¿Cómo puede existir tanta injusticia en el mundo? ¿Es imposible que todos pue­dan vivir dignamente? ¿Cómo puedo comer tranquilo sabiendo que otras personas sufren hambre? ¿Ellas no tienen el mismo derecho que yo a alimentarse? Sé que todo esto es in­ justo. Sé que está mal. Pero, ¿qué es el mal?, ¿qué es la justicia?, ¿qué es el bien? ¿Puedo responder a esas preguntas? No sé si puedo responderlas pero creo que sé qué es el bien y qué es el mal porque me siento orgulloso cuando realizo un acto bueno y me siento cul­pable cuando hago algo malo. También me indigno cuando veo noticias como ésta y me produce admiración la gente que realiza bue­nas acciones. ¿Cómo aprendí a distinguir el bien del mal? ¿Me lo enseñaron? ¿Por qué los seres humanos no se ponen de acuerdo sobre lo que está bien y lo que está mal? ¿Existen el bien y el mal?"

Situación 3: Una noche estrellada
Julián está realizando un viaje de estu­dios por el norte del país. Está acampando con sus compañeros en la base de una monta­ña. El lugar es bellísimo. Es de noche y ya han terminado de comer. Algunos ya se fue­ron a dormir. Julián prefiere quedarse recos­tado en el pasto mirando las estrellas. La no­che está espléndida. Nadie habla. El silencio parece absoluto. Julián siente que escucha el silencio. "¿Se puede escuchar el silencio?", se pregunta. En ese instante comienza a sen­tirse angustiado. No sabe por qué siente esa angustia. No estaba pensando en nada especí­fico, no estaba recordando ningún episodio doloroso. Sólo está recostado mirando las es­trellas. Julián advierte que esa angustia está relacionada con lo que está viviendo en ese preciso momento. Al estar en ese lugar, al sentir ese silencio, se siente un ser ínfimo. Frente a esa montaña y frente a esa innume­ rable cantidad de estrellas, siente que él es un ser insignificante. No cree haber sentido nada semejante en ninguna otra ocasión. Y se pre­ gunta: "¿Cómo es posible que exista el uni­ verso? ¿Cómo es posible que todo sea tan grandioso y maravilloso? ¡Esto es perfecto! ¿Es casual que exista el mundo? Algo tan ge­nial no puede ser producto de una casualidad. Tiene que existir un ser superior con una in­ finita inteligencia que haya pensado este mundo y que lo haya creado. Si no, no se ex­plica que todo lo que sucede en la naturaleza sea tan ordenado. Pero, ¿hace falta pensar en la existencia de un ser superior para entender lo que nos rodea? Pensar que estas noches se seguirán sucediendo cuando yo ya no exista. No sólo soy un ser pequeño. También soy un ser mortal. ¿Qué es la vida? ¿Cuál es su sen­ tido? No puedo concebir no haber existido al­ guna vez ni puedo aceptar que algún día de­jaré de existir. ¿La vida es nada más que pa­ sar por este mundo? ¿No hay otra explica­ ción? Tiene que haber otra explicación."

¿QUE SON LAS PREGUNTAS FILOSÓFICAS?

Vemos que los protagonistas de estas tres situaciones se hacen preguntas que los conmueven particularmente y que les intere­ saría poder responder. Algunas de estas pre­ guntas pueden ser consideradas filosóficas. Son preguntas que tienen un grado muy alto de generalidad sobre cuestiones que afectan a nuestras vidas y que no pueden ser respondi­das satisfactoriamente por las ciencias. Son inquietudes legítimas que no podemos dejar de formularnos: ¿Tiene la vida un valor deter­ minado? ¿Hay formas de vida humana supe­ riores a otras? ¿La realidad es como debe ser o debería ser de otra manera? ¿Se puede hacer algo para que la realidad sea de otra manera? ¿Qué puedo conocer? ¿Cuáles son los límites del conocimiento  humano?  ¿Qué  es la fe? ¿Qué es ser humano? ¿Existe una voluntad in-­ teligente  guiando  todo  lo que  sucede  en  el mundo natural y en el mundo humano? Todos somos  seres pensantes  y, tal  vez, el pensa­miento  es  aquello  que  nos  distingue  clara­mente  de  los  demás  animales.  Como  seres pensantes, no sólo vivimos, también nos pre­guntamos por ese vivir. No sólo vivimos para hacer cosas, también vivimos para pensar so­bre nuestro hacer y el de nuestros semejantes.

Por supuesto, nadie está todo el día ha­ ciéndose preguntas y tratando de responder­las. Nadie filosofa todo el tiempo pero todos filosofamos alguna vez en nuestras vidas. ¿Y por qué nos hacemos esas preguntas tan incó­modas y tan difíciles? Porque hay momentos en que vivir nos resulta extraño, sorprendente. Nos sorprendemos de estar vivos y nos senti­ mos seres misteriosos. Y esto no tiene ·por qué sucedemos en momentos especiales. En las si- tuaciones que presentamos al comienzo, Mar­ta está mirándose al espejo como tantas otras veces lo hace en el día y Emilio ha visto mu­ chas veces por televisión imágenes terribles (de guerras, de represiones a manifestantes, de pobreza, de enfermedades). Quizá se pueda decir que Julián vive un momento particular pues no está acostumbrado a ver noches tan estrelladas recostado cerca de una montaña. Pero lo más común es que nos hagamos estas preguntas mientras vivimos situaciones coti­dianas, a las que estamos habituados.
Son momentos en que se rompe la inge­nuidad con la que vemos el mundo. Son mo­mentos en los que sentimos nacer en nosotros la desconfianza por lo que alguna vez nos en­señaron o, incluso, por lo que nosotros mismos considerábamos seguro y establecido. Quere­rnos pensar por nosotros mismos, queremos independizarnos de los demás, queremos buscar en nosotros mismos la respuesta.

¿QUÉ NOS MUEVE A FILOSOFAR?

La pregunta "¿Qué nos mueve a filoso­far?" es también en sí misma una pregunta fi­ losófica. En cuanto tal, no tiene una única respuesta. El filósofo alemán Karl Jaspers, en un  pequeño libro titulado La filosofía, trata de responder  a esta cuestión y señala tres mo­tivos por los cuales los seres humanos sienten la necesidad de filosofar.
1 . El asombro. Nues­tros ojos nos hacen ver el ma­ravilloso espectáculo del uni­verso del cual somos parte. Nuestra admiración por lo que nos rodea y por lo que nos re­sulta extraño nos lleva a que­rer conocer. En la admiración advertimos todo lo que no sabemos,   descubrimos   nuestra   ignorancia: ¿Qué es todo esto que nos rodea? ¿De dónde viene? Nos preguntamos por aquello que oca­siona nuestro asombro, nuestra sorpresa.
2. La duda. Tratamos de dar respues­ta a las preguntas suscitadas nuestro asombro. Pero ni bien creemos satisfacernos con estas respuesta surge en nosotros la duda. Advertimos  que  todo  conocimiento humano es falible y desconfiamos de nuestro imperfecto  saber.  Lo  que  nos parecía  obvio resulta luego ser falso. La duda aparece, en­tonces cuando tomamos conciencia de la inseguridad e incerteza del conocimiento hu­mano. Por eso, ante  cada  aparente  solución surge un nuevo problema y la posibilidad siempre latente del error.
3. Las situaciones límite. Siempre estamos inmersos en alguna situación: tenemos que estudiar para un examen o estamos por salir con nuestros amigos o se nos presenta la oportunidad de realizar un viaje. Las situacio­ nes son cambiantes y nos exigen respuestas variadas. Pero hay situaciones permanentes, que no cambian. Son situaciones fundamenta­ les, definitivas, que revelan nuestros límites: no podemos no morir, no podemos no sufrir, no podemos no sentir angustia. Por lo general, somos conscientes de estar en una situación lí­mite cuando vivimos momentos difíciles: la muerte de un ser querido, la enfermedad de alguien cercano, el amor no correspondido, el fracaso de un proyecto. La conciencia de nues­ tros límites nos lleva a filosofar porque surge necesariamente en nosotros la pregunta por el sentido y el valor de la existencia humana.


SENTIDOS DE LA PALABRA FILOSOFIA

Veamos, en primer lugar, cuál es el senti­ do etimológico de la palabra "filosofía''. Es una
palabra griega compuesta por: "filo" (philo) que significa "amor" o "deseo' y "sofía" (sophía) que significa "sabiduría" o "saber". Filosofía" quiere decir, entonces, "amor a la sabiduría".
Por su parte, "filósofo" (philósophos) es el "amante del saber" y se opone a "sabio" (sophós) que sería aquél que "posee el conoci­miento". EJ filósofo, entonces, es quien desea saber porque es consciente de su ignorancia. El sabio, en cambio, no desea saber pues ya posee el saber. Pero, ¿existe alguien que sea sabio? Según lo que afirmamos más arriba, el conocimiento humano es falíble, imperfecto. Si esto es cierto, no existe un ser humano que pueda ser considerado sabio. Los seres huma­ nos podemos ser filósofos pero no sabios. Filosofar es desear conocer. Y se desea aquello que no se tiene, aquello que  falta. Hay deseo porque hay carencia. Y si ya no hi­ciera falta filosofar,  eso  querría décir  que la carencia que  constituye  el  deseo  se  habría colmado. ¿Podemos libramos del  deseo? Es razonable pensar que no por ser imperfectos y limitados, lo más probable es que nunca deje­mos de sentir el deseo de saber. Hay otra manera de entender el significa­ do de la palabra "filosofía". Según esta segunda interpretación, quiere decir "sabiduría que sur­ ge del amor", "sabiduría a la.que el amor nos conduce". Porque amamos la vida, queremos comprenderla; porque amamos el mundo en el que vivimos, nos interesamos por él y busca­ mos 'un saber que sirva para mejorarlo. El filó­sofo es un amante. Y el amor supone compromiso, fidelidad, entrega, sacrificio y riesgo.
Desde este punto de vista,  el filósofo es fiel a lo que piensa y procura vivir de acuerdo con lo que piensa. No admite incohe­rencias. Aunque su saber sea inseguro, esto no significa que no sea fiel con respecto a lo que considera correcto.
El filósofo se compromete con los de­ más. La filosofía, dentro de esta concepción, no puede ser una tarea solitaria. El filósofo ama a los demás y pretende que sus ideas sir­van para ayudar a la mejora de la sociedad. No busca conocer sólo por curiosidad intelectual. Quiere comprender el mundo para ayudar a transformarlo. El filósofo acepta vivir sin soluciones seguras, acepta vivir el riesgo de equivocarse. Su búsqueda es incesante y sabe que el cami­no elegido no tiene fin.


PLAN DE CONTINUIDAD PEDAGÓGICA 2020
MATERIA: FILOSOFIA
ESCUELA SECUNDARIA Nº 62
CURSO: 6º 1º TM
AÑO LECTIVO 2020
PROFESOR PABLO FERNANDEZ IRIARTE

Queridos padres y queridos alumnos/as: como todos sabemos estamos pasando una situación difícil en nuestro país (y en el mundo entero) que nos impide, entre otras cosas, asistir a la escuela. Debemos quedarnos en casa para cuidarnos y para cuidar a los demás. De todas formas, es muy importante tomar conciencia de la importancia de seguir estudiando. Contamos con herramientas de comunicación y con material digital que nos permiten conectarnos y organizarnos para estudiar en casa. Es nuestro deber aprovecharlas en la medida de nuestras posibilidades.
Acá les envío un primer TP VIRTUAL Nº1, con el material respectivo, para ir pensando “qué es eso que llamamos genéricamente filosofía”. Cualquier consulta o problema con el material me pueden escribir al correo electrónico y lo vamos resolviendo entre todos. Nos vemos.

TRABAJO PRÁCTICO VIRTUAL Nº1
TEMA DE LA UNIDAD I: ¿QUÉ ES LA FILOSOFÍA?

I – LEER EL TEXTO PREGUNTAS FILOSOFICAS  que se acompaña en archivo adjunto y responder las siguientes preguntas:
1)     ¿Cuáles son las principales preguntas filosóficas que se formulan Marta, Emilia y Julián? ¿Con cuál de esas tres situaciones te identificas más (con Marta, con Emilia o con Julián? ¿Por qué? ¿Porque decimos que son “preguntas filosóficas”?
2)     ¿Cuál es el significado etimológico de la palabra “filosofía”? ¿Por qué habría que desear o amar el saber? ¿Por qué decimos que el “filósofo” se opone al “sabio”? El filósofo ¿busca el saber o busca la sabiduría? Vos,  ¿te consideras que sos un filósofo o no? ¿Por qué?
3)     ¿Qué nos mueve a filosofar o que es lo que nos moviliza a hacernos preguntas filosóficas? ¿Por qué? Además brinda UN ejemplo para cada caso.

II – VER EL VIDEO DE JOSE PABLO FEINMAN.  BUSCAR LINK EN YOUTUBE: FILOSOFÍA AQUÍ Y AHORA,  JOSÉ PABLO FEINMAN, TEMPORADA I Cap. 1:  ¿Por qué hay algo y no más bien nada? LINK DEL VIDEO: https://www.youtube.com/watch?v=0gdsnDbWb4c
Reflexiona y comenta críticamente por lo menos TRES de las siguientes frases que expone en el video el filósofo José Pablo Feinmann.
1)     La filosofía es la totalidad de lo real.
2)     ¿Por qué hay algo y no más bien nada?
3)     ¿Qué hacemos con lo que hicieron de nosotros?
4)     La filosofía se hace las preguntas fundamentales sobre cuestiones esenciales de la condición humana.
5)     El ser humano es el animal que se hace preguntas.
6)     La tierra es un cascote que gira alrededor del universo…pero en este cascote hay un ser metafísico que se pregunta por el sentido del universo.
7)     Dios no juega a los dados con el universo. (juega a las escondidas)
8)     La angustia revela al hombre la idea de la nada.

Entrega: hasta el miércoles 8 de abril al contacto que se envía a continuación.
Consultas: pabloeugeniof@gmail.com (las consultas se contestan en el momento)
 





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